[vc_row type=”in_container” full_screen_row_position=”middle” scene_position=”center” text_color=”dark” text_align=”left” overlay_strength=”0.3″ shape_divider_position=”bottom” bg_image_animation=”none”][vc_column column_padding=”no-extra-padding” column_padding_position=”all” background_color_opacity=”1″ background_hover_color_opacity=”1″ column_link_target=”_self” column_shadow=”none” column_border_radius=”none” width=”1/1″ tablet_width_inherit=”default” tablet_text_alignment=”default” phone_text_alignment=”default” column_border_width=”none” column_border_style=”solid” bg_image_animation=”none”][vc_column_text]Costa Rica ha sido reconocida desde hace varias décadas por su modelo de desarrollo basado en la paz, estabilidad política, educación, apertura comercial y medio ambiente. Dicho modelo ha permitido la instalación de distintas empresas en el país, contribuyendo enormemente a la consolidación de sectores productivos de alto valor agregado, p.ej. manufactura de avanzada, ciencias de la vida, servicios, ciberseguridad, entre otros (CINDE, 2021). Sin embargo, el país no ha logrado aún cerrar brechas importantes a nivel de desarrollo de talento que potencien aún más dichos sectores y que permita diversificar sus actividades.[/vc_column_text][vc_row_inner column_margin=”default” text_align=”left”][vc_column_inner column_padding=”no-extra-padding” column_padding_position=”all” background_color_opacity=”1″ background_hover_color_opacity=”1″ column_shadow=”none” column_border_radius=”none” column_link_target=”_self” width=”1/2″ tablet_width_inherit=”default” column_border_width=”none” column_border_style=”solid” bg_image_animation=”none”][image_with_animation image_url=”11229″ alignment=”” animation=”Fade In” border_radius=”none” box_shadow=”none” max_width=”100%”][/vc_column_inner][vc_column_inner column_padding=”no-extra-padding” column_padding_position=”all” background_color_opacity=”1″ background_hover_color_opacity=”1″ column_shadow=”none” column_border_radius=”none” column_link_target=”_self” width=”1/2″ tablet_width_inherit=”default” column_border_width=”none” column_border_style=”solid” bg_image_animation=”none”][vc_column_text]De acuerdo con la OCDE, en el país aproximadamente un 15% de los egresados universitarios han perseguido carreras en áreas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemática por sus siglas en inglés) (OCDE, 2020). Este dato no es de extrañar si se correlaciona con las dificultades de contratación[/vc_column_text][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_row_inner column_margin=”default” text_align=”left”][vc_column_inner column_padding=”no-extra-padding” column_padding_position=”all” background_color_opacity=”1″ background_hover_color_opacity=”1″ column_shadow=”none” column_border_radius=”none” column_link_target=”_self” width=”1/1″ tablet_width_inherit=”default” column_border_width=”none” column_border_style=”solid” bg_image_animation=”none”][vc_column_text]de distintos empleadores de sectores altamente tecnificados (Montero Soto, 2018) y ante la escasez de emprendimientos de corte tecnológico e innovación en Costa Rica (Chacón Jiménez, 2020). Sumado a esto, nuestro Sistema Nacional de Innovación posee varias oportunidades de mejora en lo respecta a gobernanza, articulación y estrategia (Monge González, 20200) que facilite la empleabilidad y emprendimiento.
La problemática es compleja y debe ser abordada desde distintas vertientes que permitan garantizar las condiciones que favorezcan mayores y mejores indicares a nivel de empleabilidad y emprendimientos innovadores. Dicho esto, a modo de resumen, parte de la propuesta del Partido Liberal Progresista incorpora elementos corto, mediano y largo plazo:
Educación:
- Promoción de estudios en áreas STEM y emprendimiento en todos los ciclos del sistema de educación educativa según aplique el nivel.
- Coordinación e influencia positiva para que las universidades públicas promuevan mayor matriculación de estudiantes en carreras STEM.
- Especialización profesional, desde la oferta de técnicos, ingenierías, posgrados, certificaciones, entre otros.
Emprendimiento:
- Actualización a las garantías y sistemas de puntos del Sistema Financiero Nacional y Banca para el Desarrollo para que puedan proveer capital de riesgo en condiciones no inhibidoras para los emprendedores.
- Ampliar la red de incubadoras y aceleradoras acreditadas en el país como entes ejecutores y distribuidores de fondos para así ampliar la cobertura de potenciales beneficiarios emprendedores.
- Facilidad de condiciones diferencias para startups con beneficios fiscales y de la CCSS durante los primeros 3 años de existencia.
Inversión:
- Facilitación de incentivos fiscales y no fiscales a organizaciones intensivas en I&D+i, como por ejemplo corporaciones y Start-Up científico tecnológicas.
- Diseño de una estrategia nacional de innovación que permita la inversión en parques tecnológicos que potencien encadenamientos productivos de sectores altamente intensivos en conocimiento y tecnología.
Con lo anterior, se pretende mejorar el clima de inversión en Costa Rica, favorable tanto para empresas locales y extranjeras, y con condiciones que permitan que tanto grandes organizaciones como emprendimientos nacientes puedan prosperar haciendo negocios.
Bibliografía
[1] | OCDE, Estudios Económicos de la OCDE: Costa Rica, Paris: OCDE, 2020. |
[2] | CINDE, “Sectores de Inversión. Un Ecosistema Convergente para Encontrar Oportunidades Únicas,” 2021. |
[3] | R. Monge González, “Fortalecimiento de Sistema Nacional de Innovación de Costa Rica como Elemento Clave para la Mejora de la Productividad y el Crecimiento Económico.,” Konrad Adenauer Stiftung y Academia de Centroamérica., San José, 2020. |
[4] | J. Montero Soto, “Falta de habilidades técnicas y profesionales dificulta nuevas contrataciones,” El Financiero, 2018. |
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